Ahora, gracias a un reportaje de Bleacher Report, podemos saber que la vida del niño se convirtió en una pesadilla cuando su historia se viralizó, según contó Arif Ahmad, su padre. La triste historia de este pequeño que hoy cuenta con nueve años y asegura que sigue amando a Messi a pesar de todos los sufrimientos que atravesó luego de vestir su camiseta, fue recopilada en un video que realizó el sitio de deportes internacional Bleacher Report. La familia pensaba que la historia le iba a cambiarles la vida. Las personas que conocieron la historia creyeron que Messi le había enviado una gran cantidad de dinero a su familia. Lo curioso de toda esta historia (además de que es una camiseta original que le regaló el propio Maradona a Messi), es que desde hace poco más de un mes, el club rosarino viene negociando con Yamaha -a través del Departamento de Marketing y Comercialización de Newell’s, que está a cargo de Martín Giusepponi (también ladero en Rosario de Jorge Messi en la Fundación de Leo- para que la empresa vuelva a ser sponsor del club.
Se trata de un equipo en el que tanto Messi como Maradona jugaron con el número 10 a la espalda en algún momento de su trayectoria. Valverde habló del conjunto blanco: “Es un equipo muy potente en su estadio y tiene jugadores muy rápidos”. Sabían que había ocurrido algo parecido con Zaid Abdul, un niño refugiado sirio que tenía una historia similar y estuvo junto a Cristiano Ronaldo en el Estadio Santiago Bernabéu y que, además, camiseta de messi psg su familia recibió asilo en España. La Liga acabaría en las vitrinas del conjunto de Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo se tomaría una dulce venganza en agosto en la Supercopa de España. Inamovible resulta ya lo que ambos consiguieron mientras su pugna se limitó a la etapa de Messi en el Barcelona y la de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. Además, un mes antes había marcado su primer hat trick al Real Madrid. Hay una zona entre el medio campo de Madrid y su defensa en la que el Barcelona encuentra espacios y tiene desperado a Kroos.
La única entidad deportiva que lleva atracando desde antes de ser fundada. Como no podía ser de otra manera, llevaba estampado el dorsal número 10, el de su padre. El 99 ya había sido su dorsal en las categorías inferiores de Sampdoria. Si fueras entrenador de la selección argentina, ¿llevarías a un arquero por la efectividad en las veces que le llegan o por el nombre? Allí, el propio Murtaza y sus familiares narran las peripecias que debieron sufrir a causa de aquella primera viralización. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirmó que Murtaza cumplió uno de sus «sueños» al recibir equipación oficial de la selección argentina firmada por el futbolista. Por su parte, el futbolista dijo presente en los partidos del París Saint-Germain aunque sufrieron un importante traspié: perdieron contra el Bayern de Múnich y quedaron eliminados de la Champions League. La historia de Murtaza Ahmadi dio la vuelta al mundo a principios de 2016, a raíz de la difusión en Internet de una imagen en la que este niño afgano de cinco años vestía una bolsa de plástico con el nombre de su ídolo, el futbolista Leo Messi.
En enero de 2016, Murtaza Ahmadi, un niño afgano de cinco años, se volvió mundialmente famoso al aparecer en las redes sociales con una bolsa de plástico puesta a modo de camiseta que llevaba el nombre de Lionel Messi escrito con un marcador. A modo de homenaje, su madre, Antonela Roccuzzo, publicó un sentido posteo en las redes. Las palabras de Antonela estuvieron acompañadas por una foto de Ciro cuando era bebé, sentado en un sillón con una pícara sonrisa, y una más actual que causó gran ilusión. Pero toda esta historia que podría parecer feliz con la relación entre un niño y su ídolo se convirtió desde el principio, para el pequeño Murtaza y su familia, en una increíble pesadilla. La historia circuló por los medios de todo el planeta y llegó a los oídos del astro argentino, que primero le envió regalos a Murtaza y, un tiempo más tarde, en diciembre de ese mismo año, lo conoció personalmente en Qatar, donde el 10 de Barcelona y la selección argentina había llegado a disputar un partido.