Independientemente de los colores del equipo de cada uno, que el actual Real Madrid haya ganado la liga es una pésima noticia para el fútbol y para los que nos amamos a este deporte. La mala noticia fue la lesión de Kimpembe. Hasta el último dia se ha estado acordando de guardiola al que acusó de dar una imagen equivocada, te diré que en mi pueblo hay mucho madridista de toda la vida y no se identifican para nada en las formas tan lamentable de este señor, tras el follón de Villarreal donde este señor se hizo la victima cuando no pararon de insultar al señor colegiado y cuarto árbitro amplificado por la central, quedó como culpable el árbitro y como robado el Madrid y todo el mundo sabe que el robado fue el Villarreal. Si ellos no están contentos, tú estás perdido, aunque seas más madridista que Camacho. El Barça, el equipo que crea, apuesta por el espectáculo, practica el juego limpio, respeta a los árbitros, del que se hacen todos los niños pequeños y facilita que la selección española gane unos títulos que hace poco ni soñaba, es el que ha perdido, entre otras cosas porque ha sido sistemáticamente masacrado por los colegiados, los comités y demás estamentos federativos.
Los colegiados, poco a poco, han ido dando golpes en la espalda al ‘Mou Team’ y minando las ilusiones del ‘Pep Team’ a base de palos, hasta que la distancia se ensanchó a unos niveles casi irremontables. Todos sabíamos cómo se las gastaba el ‘Mou Team’ en la derrota. Pisadas y agresiones de Pepe, patadas alevosía de Sergio Ramos, insultos de Mourinho y auxiliares tipo Rui Faria, conductas de gorila de discoteca como la del propio ‘Mou’ al esperar en un parking a un árbitro para amenazarlo e insultarlo, celebraciones provocadoras como las de Cristiano o faltas de respeto a un colegiado del capitán Casillas en un túnel de vestuarios han quedado sin ningún tipo de sanción. Todo lo contrario que los equipos de grandes líderes como Guardiola, Mourinho o Ferguson, que constantemente pelean por todo en un mismo año. Otro año para la historia del Barcelona y de Leo Messi. Por otro lado, tenemos ejemplos de entrenadores que supieron readaptar su equipo tras bajas de los jugadores franquicia y siguieron teniendo éxito, como el Manchester United que sobrevivió a la marcha de Beckham y más tarde de Cristiano; el Valencia, que en tres años se ha quedado sin Albiol, Villa, Silva y Mata; la Juventus, que vendió a Zidane por más de diez mil millones de las antiguas pesetas; o el Sevilla que cada año vendía a jugadores franquicia como Baptista y el colectivo conseguía hacer grandes temporadas, muchas veces con jugadores que habían fracasado en otras aventuras, como Maresca, que ya nunca fue el mismo sin ese equipo.
Y cuando alguien, llámese Ibrahimovic, no cumple esta máxima, estará fuera por mucho que sea uno de los diez mejores jugadores del mundo y que su posición la ocupen muchas veces jugadores inferiores a él, como Pedro. Así es como los dirigentes del fútbol español cuidan su deporte. El Madrid, el equipo que destruye, opta por un fútbol rústico, hace trampas, actúa con violencia y maltrata a los árbitros es el que ha ganado, para vergüenza de los aficionados que no forman parte de la secta de abducidos por gurú ‘Mou ‘. Mou es un ventajista y desconoce el juego limpio si no es por la ayuda de los árbitros no gana la liga y si no es por los Apoeles no pasa de cuartos y verlo jugar aburre hasta a su hinchada y no ha conseguido nada del otro mundo, hasta Relaño lo asevera. Los aficionados al fútbol, incluidos los niños, han visto como el equipo de conducta ejemplar, el que viste de azulgrana, el que menos faltas hace y menos tarjetas recibe, no sólo no se le ha regalado nada -no lo pedimos, camiseta argentina messi 2022 conste en acta- sino que se le ha quitado todo a cucharadas. 23:49 Sergio Roberto tras el Real Madrid – Barcelona: «No tengo nada que decir del árbitro, estoy contento con él».
En el Real Madrid, los jugadores siempre están por encima del colectivo y del entrenador. Con el follón del parking después de la eliminatoria de copa me demuestra que es lo peor como entrenador y como persona que se hala conocido en españa. A la semana siguiente, el Barça se tomaría la revancha no solo de la final de Copa del Rey, sino también de las semifinales de 2002. El destino quiso que se reencontraran nuevamente en la penúltima ronda de Champions y, esta vez, en una eliminatoria plagada de polémica por la expulsión de Pepe tras la entrada a Dani Alves en la ida o por el gol anulado a Higuaín en la vuelta. La eliminatoria que vio nacer a Varane en la super élite, con su carrera fugaz de 40 metros para hacer que Fábregas pareciese un alevín a su lado. O apostar por el entrenador y hacer un grupo a su imagen y semejanza (siempre que así ha sido con Mourinho, los resultados han sido óptimos) o que el conflicto acabe con su entrenador y la fuerza de ciertos jugadores se imponga hasta límites insospechados. En cambio la perfección del fc Barcelona ha conseguido que la España actual haya podido levantar un mundial “82 años después” y con hasta 7 culés en la final, cosa que por cierto no consiguió el Madrid de los años 50 por muchas champions que ganara.
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