Esto lo convirtió en el primer equipo guatemalteco en levantar un título de carácter internacional. Hubo tres grandes satisfacciones para el equipo en la obtención de esta corona: ser la mejor delantera con 35 goles anotados, la portería menos ofendida con 11 y el haber perdido solo un encuentro de los 18 disputados. En 1971 los Albos consiguen su sexto título en el estadio Mario Camposeco de Quetzaltenango, en un partido empatado a un gol.